22 de enero de 2013

Nadie sale vivo de aquí

Hay un refrán que dice que de los impuestos, los cuernos y la muerte nadie se salva, ¿no? Algo así es; no lo recuerdo bien. Nunca fui buena para recordar frases.
Pero hay más cosas de las que nadie se salva. Porque no importa cuánto tiempo dediquemos a aprender, lo buenas que sean nuestras intenciones, lo mucho que nos esforcemos; todos, en algún momento nos equivocamos. Vamos a lastimar. Van a lastimarnos. Vamos a dejar heridas que duelen. Van a dejarnos heridas que duelen. Y una herida siempre deja cicatriz.
Las heridas se despiertan con nosotros, viven con nosotros. Porque una herida nos cambia la vida. Y si queremos recuperarnos, si queremos seguir adelante, si queremos sobrevivir a las heridas, desatar los nudos que nos lastiman el corazón, lo único que podemos hacer es decir «te perdono».

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