Cuando la imagen que tenías de alguien se rompe, es imposible recuperarla. Más aun cuando lo que hoy ves en esa persona, no es lo que viste alguna vez, no es lo que te llevó a admirarlo. Me siento profundamente decepcionada. Confiar en alguien más, seguro que voy a hacerlo. Sé que la vida me puso y volverá a ponerme gente maravillosa en el camino. Pero quiero ser más inteligente a la hora de confiar y creer en alguien más.
Suelo leer filosofía; textos que a muchos les resultan un dolor de bolas existencial, a mí me apasionan. Platón habla de la existencia de tres almas. El tema es desarrollado mediante un mito, recurso al que Platón echaba mano seguido, pero lo que viene al caso es lo siguiente: el amor es una especie de delirio divino, por encima de la razón. Adecuadamente controlado por la razón, el delirio amoroso se transforma en sabiduría. Pero si la razón no controla y apacigua, el amor enceguece y no nos permite conocer el verdadero amor, el que trasciende lo terrenal, que consiste en belleza pura. El mito podría ser extensamente desarrollado, pero no quiero aburrirlos. Lo que cuenta es que a ése punto es al que aspiro llegar.
Porque aunque digan «está bueno enloquecer por amor», aprendí que estamos confundidos... enloquecer por amor significa jugarse por lo que uno siente, pero no perder la cabeza. Que perder la razón quede para los adolescentes, para las novelas o películas románticas. Pero no para nosotros porque el guión no dura dos horas ni del set de grabación nos vamos a vivir otra vida. Tenemos que lidiar con nuestras decisiones y acciones cada día. Porque el después importa. Aunque en el instante en que enloquecemos elijamos creer que no, el después importa.
Hoy soy consciente de que hubo demasiados detalles que elegí no ver, que elegí dejar pasar. No pensé. No supe encontrar un equilibrio. La manera en la que se manejó con las mujeres que quiso antes que a mí, su tedio ante mi manera de ser «familiera», su falta de proyectos personales (pienso y pienso y no recuerdo que me hubiera hablado ni una vez de una meta o proyecto personal trascendente; y yo... yo me quiero comer el mundo) y un montón de cosas que hoy veo claramente, pero elegí no verlas. No digo que él esté mal, sino que por cómo es, a todas luces era un hombre con el que yo no iba a ser feliz. Lo quise, sí, pero después de un tiempo yo sabía, muy adentro mío, que él no era para mí. Teníamos sueños diferentes. Hoy amigos me dice algo como «...nos caía bárbaro, un tipo muy inteligente, divertido, buena onda, se los veía genial juntos, pero... no era para vos».
Y yo con cara de nada los miro pensando: «¿Por qué no me lo dijeron, mierda?». Aunque sé que en ese momento, no los hubiera escuchado. Qué claras se ven las cosas desde afuera... Hoy sé que tienen razón; aunque también sé que antes también lo supe. Sin ir más lejos, yo algún día quiero ser madre. Pero también quiero conocer a un hombre que me ame, a quién yo ame, que sea mi compañero, mi amigo, mi amor y que compartamos ese sueño, ese deseo de que uno más uno no seamos dos, sino que seamos tres, cuatro, tal vez cinco. Que formemos una familia. Pero no por estructuras impuestas ni ninguna de esas mierdas; sino porque es lo que deseo. Porque quiero eso para mí, porque creo que nada podría hacerme más feliz. Porque eso es para mí el amor. Un amor que crezca, que cree más amor.
Y no es un punto simple en una pareja. Si se quiere se padre o no, es algo en lo que hay que coincidir desde el vamos. De lo contrario, alguno de los dos va a terminar frustrado.. Más cuando se trata de personas adultas, no de adolescentes. A los 30 y 40 años, no podés no saber; a esa altura uno debe saber qué quiere para su vida. Y él, a decir verdad, nunca compartió ese sueño. Para él tener hijos no era algo indispensable ni deseado. Y así con tantas cosas que hoy percibo con claridad. Desoí muchos avisos de mi cabeza. Y no quiero que me pase eso nunca más. .
5 comentarios:
Ay Lu! cuán identificada me siento con todo lo que escribiste y te entiendo, muchísimo, porque es justamente todo lo que estoy sintiendo en este momento.
Todo va a volver a estar medianamente bien :), seguramente resurgas como un hermoso Fenix.
Hasta luego!
solo digo, no seas huevona y no nos cortés el chorro a los q te conocemos por blog, ya te tengo en el fb pero vistes, que nos leemos hace mucho, gata (?)
besote
Caro: gracias nena, lo mismo para vos =). Beso grande.
Figuín: por supuesto que seguimos en contacto, mi cariño por ustedes va mucho más allá de este o cualquier blog. Justo ayer Ana Paula, una blogger que conocí a través de mi primer blog me recordó que cuando nos conocimos, ella estaba embarazada de su bebé, por lo que ya hace cinco años! Una locura, no pensé que hubiese pasado tanto tiempo... y con vos venimos más o menos de la misma época, así que claro que no me corto, sólo me alejo un tiempito del blog y de algunos espacios. Beso grande nene, se lo quiere!
QUe hermoso lo que cabao de leer, que hermoso que puedas llevar en tu piel ESTO.
Que lindo comoo ves las cosas, increible de verdad
empece a leerte, y no pude pararr
Bueno Lu, te voy a estar esperando porque me encanta tu forma de contar, ojala que en tu proceso de cierre encuentres todo lo que buscas. Besos
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