11 de marzo de 2012

La impunidad del abandonado


"...Antes nos mirábamos a los ojos y nos sentíamos las mismas personas; aunque reconozco que últimamente pensaba que te podía cambiar algunas cosas... pero no hay nada más infantil. Y no sé qué pasó ni cómo, pero gracias a Dios o a lo que mierda fuera la angustia se transformó en dolor. Y con mucho esfuerzo más, logré que el dolor se convirtiera en tristeza y, después de muchos meses, pude despertarme un día sin sentir que me faltabas..."


No sos vos, soy yo es la historia de Javier, un médico argentino a punto de trasladarse a USA, donde lo espera su mujer. A horas de tomar el avión, ella lo llama para decirle que se enamoró de otro. Desde ese momento, Javier no sólo que no toma ningún avión, sino que queda hecho mierda. Con el corazón roto y una vida de a dos que de golpe y porrazo es de uno. Situación que es reflejada a la perfección en lo que él dice en un diálogo de la película:
-Ah, mirá vos... nos estábamos separando. ¿Cuándo me ibas a avisar?.
De ahí en más, la odisea de angustia, dolor, tristeza, nostalgia y, finalmente, superación que hay que vivir después de una ruptura amorosa cuando estamos en la vereda de quien todavía ama y se encuentra, de repente, con un abandono inesperado. Un mensaje tan evidente y directo que, de obvio que es, no amerita demasiadas vueltas. Y consigue ser una buena comedia, sin dejar de ser -ni siquiera por un segundo- crudamente realista. 
Las horas de obsesión pensando en esa persona, los infaltables amigos, el torturarse intentando adivinar el futuro (¿volverá?, ¿no volverá?, ¿se arrepentirá?), la sensación de soledad, la idea de que el mundo conspira contra uno... un sinfín de sensaciones que ningún espectador mayor de edad no ha sentido alguna vez. Y como en toda comedia, la presencia de un psicoanalista interpretado por Marcos Mundstock, uno de los integrantes de Les Luthiers que, como es de esperar, es genial. Claro que Peretti también hace un laburo excepcional y se carga la película al hombro sin problemas.
En cuanto a las mujeres, los personajes no hacen más que marcar la evolución del duelo de Javier y, a mi criterio, ninguna se destaca. Ni Villamil ni Dopazo ni una cortita participación de Tobal. Pero tampoco hace falta y hasta quizás esa fue la idea; el protagonista absoluto es Peretti. Y deleita con su personaje que no hace más que darnos una guía detallada de todo lo que NO hay que hacer cuando nos deja la persona que amamos. No para de preguntarle a todas las personas que lo rodean si tienen noticias de ella, si saben si va a volver. Incluso el psicoanalista, al que le quema tanto el bocho, termina preguntándole “usted, ¿tiene algún motivo por el que no se suicida, verdad?”.
En fin... No sos vos, soy yo saca risas, pucheros y tiene unos cuantos diálogos geniales. Toda la película es un hilvanar de situaciones, cómicas unas, dolorosas otras. Hay mucho de imitación de películas de Woody Allen. La banda sonora, me encantó, desde "Sea" de Drexler hasta "Crímenes Perfectos" de Calamaro; los dos músicos que le dan sonido al guión. Con esta película no van a descubrir la pólvora, pero no se van a arrepentir de verla; sobre todo si superaron una ruptura amorosa o están a punto de hacerlo.

3 comentarios:

Isadora dijo...

La amé. Aunque después en mi vida personal se me rian las tetas porque "salgo" con mi ex y nos regalamos cosas, la amé.

Yo a él lo amo de hace bastante y eso que no me gustan narigones!

Lu, mucho tiempo que no paso, espero que la casa esté en orden.

Besos, reina!

Caro dijo...

Es excelente esta pelicula, la escena que más me causó gracia es cuando está en el parque con su cachorrito jaja.
Saludos!

Lunática dijo...

Qué buena peli, recuerdo haberla visto en el cine ni bien salió. Saludos!