9 de mayo de 2012

Impresentables

Como si con mi trabajo, la facu, la perra (?), la familia, el «filito»... acá hacemos un parate y brindo las explicaciones del caso:

Tema «filito»: hemos ido al cine, a cenar y a recitales. Entonces, ¿por qué sigue siendo «filito»? Básicamente, porque me chamuya hace un par de meses y acepté un par de salidas, pero la realidad es que ni siquiera me lo chapé. No puedo, no me sale, no me dan ganas. Y si tengo que matarme a pajas (ya fue, estamos en confianza, podemos hablar a calzón quitado) mientras espero a que aparezca alguien que de verdad me dé ganas de tener algo, así será. No me cabe garchar por deporte, me aburre, no me pinta. Es mi vida, no le debo mayores explicaciones a nadie.

Cuestión que me perdí. A ver... ah, sí, ya está, enganché de nuevo el hilo de a lo que iba, que en realidad no es nada de todo esto que expliqué, lo que me lleva a preguntarme por qué lo expliqué, pero en fin, habiendo realizado las correspondientes aclaraciones en cuanto al tema filito, volvemos a lo que nos ocupa.
Como si con mi trabajo, la facu, la perra, la familia y la tesis no fuera suficiente, ahora también me tengo que fumar una selección de aspirantes y elegir a la persona va a trabajar conmigo. Porque claro que la tarea se delegó a una consultora de Recursos Humanos (ni mis compañeras ni yo queríamos hacernos cargo si la persona llega a ser un chasco y termina siendo un dedo en el orto). Pero como no podía ser de otra forma y yo tengo una mala suerte tan monumental que si me caigo de frente me golpeo el orto, las minitas de la consultora son unas inútiles. Me mandaron a cada inadaptado que me quiero matar. A ver, querida: ¿estás aspirando a un puesto de corrector editorial y me mandás un e-mail en el cual las tildes brillan por su ausencia de principio a fin? Dejame de joder. No me podés mandar a esa persona. Esa persona se descarta desde el momento en que ves que dice «titulo» o «academico» (así, sin tildes). Así de simple. No estás postulándote para cajera, administrativa o dibujante. Estás aspirando a ser corrector, ¿y no me ponés un puto tilde? ¿Me estás jodiendo? Qué horror, me dan ganas de citarlos sólo para decirles lo caraduras que son. O bien para hacer con el CV un rollito y metérselos en el orto. Por favor. No sé si eso denota caradurez, pelotudez o una falta total de jugadores en la cancha. La cuestión es que con algunos de los CV que estoy leyendo, supuestamente ya filtrados por la consultora (¡JA! seh...), no sé si meterme un tiro en la frente o gatillarme las tetas. Hay gente para todo. Sencillamente impresentables. 

Estoy un toque estresada. Un toque.

2 comentarios:

Chuchi Gonzalez dijo...

Me encanta tu vida, es muy divertida y movida, llena de emociones,... felicidades!

3chicas dijo...

Hay Lu! siempre te leo! ahora empezmos un blog con 2 amigas! date una vuelta.
yo tambien quiero compartir mi mundo!!
Maika