26 de noviembre de 2013

Perú


Y volví de "el" viaje.  Salí de Córdoba rumbo a Lima en avión de madrugada. Durante el viaje recorrí Cusco, Ollantaytambo, Aguas Calientes, Machu Picchu, Juliaca, Puno, Islas Flotantes de Los Uros, Copacabana, Isla del Sol, Arequipa... y montones de lugares más de Perú y Bolivia que no me caben estas líneas para mencionar. Cusco es una ciudad, un pueblo, colonial de paisajes imponentes y bellísimos. La mezcla de cultura inca y española se percibe a cada paso logrando una mezcla fascinante en cuanto arquitectura. Fabulosa. Es una ciudad maravillosa, con gente amable y hospitalaria. 


Apenas llegué casi me muero por el famoso "soroche" o mal de altura; la altura se siente desde el cerebro hasta en los huesos, jaja, sobre todo si uno no es muy deportista o amante de la vida sana, que es mi caso, jaja. El corazón me latía a mil con sólo caminar unos metros y el oxígeno escasea. En unos tres días me aclimaté y ya me sentía mejor.


La verdad, hay que estar "en forma" para ir a Cusco: es pura escaleras, subidas, cuestas empinadas y bajadas. No vi en todo mi viaje una sola calle que sea horizontal. De todos modos, me alegra haber hecho este viaje ahora, porque habida cuenta de la geografía, de acá a unos años volvía infartada, jaja. La religiosidad en Cusco es una nota característica. Hay más iglesias y templos que habitantes... evidentemente los españoles quisieron dejar bien en claro que la religión inca no tenía lugar en "la conquista" y arrasaron con todo.


La plaza Huacaypata -así la llamaban los Incas- dicen que es el ombligo del Tawantinsuyo. También dicen que fue trazada por Manco Cápac, el fundador del Imperio, quien la eligió como un simbólico centro, y que su padre "el Sol", le había ordenado fundar. En esos tiempos, alrededor de esta plaza construyeron sus palacios imperiales los Incas Pachacútec, Sinchi Roca, Huiracocha, Túpac Yupanqui y Huayna Cápac.

Machu Picchu
Fue testigo de importantísimos hechos en la historia de esta ciudad: se festejaba el Inti Raymi, celebración en honor al dios Sol (que todavía se celebra los 24 de junio); el Warachicuy o la fiesta inca, en la que se sacaban en procesión a las momias de los antepasados; ahí Francisco Pizarro proclamó la consquista del Cusco y aquí también se ajustició a Tupac Amaru, el indígena de la resistencia. 

Los españoles construyeron en la plaza una arquería de piedra, que perdura hasta la fecha. Ahí está la Catedral  (construida por los españoles, que hicieron traer bloques de granito color rojo desde la fortaleza de Sacsayhuamán) de la cual lo que más me impresionó fueron sus altares de madera tallada y revestidos en oro. También rodean la plaza las iglesias del Sagrado Corazón, del Triunfo y de la Compañía de Jesús,
Si algo no falta en Cuzco, son los sitios arqueológicos para visitar. Además del casco histórico de Cusco, que es bellísimo y lleno de historia, muy cerca de Cusco pueden recorrerse cuatro ruinas incas que son hermosas. Las ruinas de Saqsayhuamán son uno de los muchos ejemplos. No hace falta ser un historiador para saber de la importancia que tuvo Cusco dentro del imperio inca y a su vez esta fortaleza ceremonial dentro de esta ciudad. A pesar de que han pasado cientos de años, todavía se puede intuir. 


Las piedras eran fundamentales para los incas. De hecho, todavía se ve mucha gente acercando sus caras y las palmas de la mano a las piedras, pues existe la creencia de que es un lugar con mucha energía. También es interesante contemplar los restos de las torres y las vistas panorámicas de Cusco. Pisaq, a unos 30 kilómetros del Cusco, es uno de los pueblos qel Valle Sagrado de los Incas, con sus ruinas incaicas y pintoresco mercado indígena. El conjunto arqueológico de Pisaq está formado por viviendas, murallas, templos, fuentes, un gran cementerio y  terrazas de cultivo.

En el recorrido por el Valle Sagrado de los Incas pocos lugares despiertan tantas preguntas como Moray: curioso “anfiteatro” hundido en la tierra. Y es que, visto desde arriba, la simetría de sus formas impresiona. Moray era un centro de investigación agrícola. 


Atardecer en el lago Titicaca, Puno Perú
La disposición gradual de sus terrazas forma diferentes microclimas, que por sus características de altitud, humedad y temperatura, permite la experimentación con los cultivos. En estas terrazas, los antiguos habitantes del valle experimentaron con especies como la papa, el maíz o la coca así como muchas otras plantas salvajes que adaptaron al consumo humano. Gracias a centros como el de Moray, los incas lograron increíbles avances en su agricultura.


Arequipa, en cambio, es una ciudad con todas las letras, como Lima. Tienen su encanto, por supuesto, pero no es en lo que uno piensa si visita Perú. Son grandes urbes, hermosas también. Copacabana y la Isla del Sol son lugares mágicos, anacrónicos. El Titicaca es transparente e imponente. Machu Picchu, sin palabras.

Entrás a la ciudadela y realmente te quedás sin respiración: por la altura, por el cansancio, jaja, pero más todavía por ver esas construcciones ancestrales majestuosas, llenas de historia, de vida. Agradezco a la vida darme la oportunidad de conocerlo.

En fin... culturas realmente increíbles y tan distintas a la mía, historias de todo tipo, viajeros de todos los colores, países e idiomas, paisajes hermosísimos, puestas de sol maravillosas. Elegí tan sólo algunas de las 2.500 fotos que saqué, jaja... realmente no me daban las manos para apuntar hacia uno y otro lugar, queriendo llevarme en una tarjeta de memoria tantas imágenes y recuerdos que quién sabe si volveré a ver alguna vez. Machu Picchu, sin dudas, es la frutilla del postre, pero muchos otros lugares tienen encantos indescriptibles. Viajar a Perú, en cierto modo, es trasladarse en el tiempo. Un viaje inolvidable :)

4 comentarios:

zappa dijo...

buenísimo Lu, pero te voy a decir algo, mi vieja fue con 82 años y se bancó lo mas bien, casi casi el mismo recorrido, asique ponete a hacer gimnasia para el próximo viaje, jajaja,
dormiste en la isla de los uros?
te mando un abrazo, vas a tener que ampliar el posteo si tenes tantas fotos ehh

besos

Lu dijo...

Zappita, tu vieja debe ser una mujer físicamente priviliegiada porque del grupo de turistas del que nos hicimos amigos y con los que compartimos varias etapas del viaje, yo era la que mejor estaba! jajaja. La gallega, sin ir más lejos, tuvo mal de altura (médico incluido) una semana entera. Vómitos y dolor de cabeza mal! Y con la mayoría de los que hablaba, todos nos comentaban lo mismo, que les había llevado unos días aclimatarse a la altura.
Yo había estado en Potosí ya, en otra oportunidad, que es más alto incluso, y no me había pasado. Quizás sea lo que a Bolivia cuando fui me había ido de mochilera, entonces me fui adaptando paulatinamente al cambio, en cambio acá en un par de horas estaba ya en Perú... no sé.

Claro que supongo que también depende cómo lo hacés, no es lo mismo ir en un tour, sin trasladar permanentemente tus cosas o equipajes pesados, que con una "mochilita" de 18 kilos para todos lados (carpa incluida, jaja). De todos modos, seguramente el cigarrillo y el tener menos estado que el Vaticano, suma, jajajaja.

No dormí en Los Uros porque a mí sacame lo que sea, pero no un baño/ducha decente, jajaja. No tengo mucho de Dora la exploradora, jajaja (bastante mal la pasé con la precaria infraestructura de la zona sur de la Isla del Sol, compartiendo un baño del siglo III con 50 mochileros, jajaa).

Pasé el día allá y si bien es bastante loco pensar que vivan así, "flotando", y sé que efectivamente lo hacen, no me gustó que lo sentí demasiado pintado para el turismo, como muy armada toda la cuestión, muy insistentes para venderte cosas (aunque eso fue en todo Perú, en Cusco los vendedores ambulantes fueron lo peor que me pasó, no te dan respiro ni un minuto), no sé explicarte.

Y respecto a las fotos, subí muchas a FB, ¿tenés el FB todavía? Avisame, así las ves, beso!

zappa dijo...

jaja, está acostumbrada a esos trotes, pero no lleva la mochila de 18 kilos, y si se quedó a dormir en la isla de los Uros (y las lauchas jajaj)pero no dijo nada de compartir el baño con los mochileros jaj

al facebook le di salida, no lo tengo mas, iré a ver fotos a villa maria entonces

Lu dijo...

La admiro, pero yo vi esos ranchos de totora y a las peruanas meando con las polleras puestas y ni que me pagaran me quedaba a dormir ahí, jajajaja. El baño compartido fue en Bolivia, en la Isla del Sol... me quería matar, jajajaja. No soy una sibarita, pero el tema del baño me puede, jajaja. Y allá, en la parte sur de la isla, no hay infraestructura hotelera, así que te alquilan unas piezas en sus casas, que son más que modestas y mugrientas. Para ser sincera, si hay algo por lo que no se destacaban los bolivianos de esa zona es por la higiene, además de que en la isla no hay corriente eléctrica ni agua, así que la sacan en baldes del Titicaca. La verdad que la playa es bella y es un paraíso todavía sin la mano del hombre encima, pero yo sufrí mucho la "barbarie" jajajajaa.

Cuando quieras, acá se te espera con una asado y unos fernets!