24 de enero de 2014

Reflexiones peronistas

Quienes, como yo, hemos votado este gobierno, y le reconocemos muchos logros positivos, no por ello debemos caer en la obsecuencia de no reconocer que varios aspectos graves de la economía venían mal y que eran ignorados o menospreciados por el gobierno. Un reconocimiento explícito de esa situación ha sido no sólo el cambio parcial de Gabinete, sino el cambio brusco de la gestión, de donde se sigue fácil que si lo que ahora se hace está bien, lo que se hizo -o no se hizo- antes estaba mal, pese a "que esperen otro gobierno quienes quieren ganar plata con una devaluación". 

En el discurso de anteayer me llamó poderosamente la atención de que la presidenta no hiciera la más mínima referencia a la disparada del precio de los alimentos, medicamentos y del dólar oficial, que arrastra a todos esos precios y destruye salarios y jubilaciones. Es como si se nos cayera un avión al lado y no nos llamara la más mínima atención, como si no pasara nada.

No digo que las medidas que está tomando el actual equipo económico estén mal (me parece un sinceramiento). En realidad creo que a esta altura no tenían otra alternativa. Lo que sí cuestiono es que se haya tardado tanto en reaccionar y se dé esta reacción en forma espasmódica, cuando se la pudo haber hecho gradual y ordenadamente en el transcurso del año y medio pasado. Desde el instante mismo en que fue reelecta. Y lo de Echegaray no tiene nombre: siempre llega tarde con sus medidas, cuando el grave daño ya se ha causado. Sus reacciones tardías permitieron el negocio de los autos importados subsidiados, las compras al exterior por Internet, el subsidio al turismo, etcétera. 

Y dos cuestiones más. Primera: ¿cómo se va a disminuir el gasto público, que alimenta la emisión monetaria por encima de las necesidades del país y provoca inflación? ¿Cómo se van a racionalizar los subsidios que inflan el gasto público día a día? Segunda: ¿a qué costo y bajo qué condiciones se va a recurrir al crédito externo, cuando se lo hace con el agua al cuello? ¿Acaso existen las soluciones mágicas para estos problemas? Y si están desesperados por conseguir apoyo financiero externo, ¿serán reales las reservas de U$S 29 mil millones que existirían en el BCRA? 

En fin, es bueno ser «progre» cuando se dispone de dinero; pero es temerario y suicida cuando se carece del mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En serio tenes expectativas en este des.gobierno??