5 de marzo de 2012

Vuelta de página

Parece una pelotudez mayúscula pensar que el mal de amores puede desaparecer siguiendo un par de reglas prefabricadas, pero la posta es que no es TAN pelotudo. Cuestión que yo, como hace unos meses descendí hasta el mismísimo infierno emocional (me encanta darle el toque melodramático a mi relato con frases como esa) y lo superé, tengo autoridad moral (?) para dar consejos sobre cómo cortar el vínculo dañino con un ex y dar vuelta la página. Por eso, si estás hecha (o hecho, que los hombres también sufren, carajo) un trapo de piso porque alguien te partió el corazón y querés superarlo y así estar radiante como yo (?), dame bola, leé esto y ponelo en práctica. Aunque te cueste. Date tu tiempo, no vas a dejar de llorar de repente, pero vas a llorar menos. Y sabemos que cuando duele el corazón, llorar menos es lo más.


1. Bajalo del pedestal. Después de una ruptura lo que siempre pasa es que empezás a recordar todo lo bonito que vivieron juntos y eso hace que maximices sus virtudes y minimices sus defectos, haciéndote pensar, erróneamente, que nunca vas a encontrar a alguien mejor que él. No caigas en eso, gravísimo error. Lejos está de ser un príncipe azul. Seguro que tenía mil defectos y más de una vez pensaste en terminar la relación. Así que no dejes que la tristeza te engañe. Bajalo a tierra, humanizalo, pensá con claridad. Es un hombre, igual que el resto de los hombres, como él hay miles.


2. Deshacete de todo lo que te lo recuerde. Fotos, tarjetas, regalitos o cualquier cosa que genere un vínculo emocional con él, no tiene que estar más a tu alcance. Si de verdad querés dar vuelta la página, no vale la pena guardar todo eso y convertirlo en una especie de Santuario del Ex, como si del Gauchito Gil o de la Difunta Correa se tratase. Sabés que ver esas cosas no te hace bien y, además, no tiene ningún sentido que las guardes. Tarde o temprano las vas a tirar.

3. Eliminalo de tus contactos. Esta es una parte difícil, pero por tu salud mental, física y emocional, eliminalo del celular, redes sociales y de tu correo electrónico; los mensajes desesperados a medianoche no sólo te hacen quedar patética, sino que no sirvan para nada y encima después te vas a arrepentir, cayendo en el más patético todavía recurso inconsciente de VOLVER a comunicarte con él para pedirle disculpas por ese mensaje o llamada. Doblemente patética. ¿Querés ser patética? NO, no querés. 


4. No frecuentes los lugares adonde suele ir. Eso de encontrártelo «accidentalmente» no te lo cree nadie. Si fuiste ahí es porque sabías que podrías cruzártelo, por ende, no te mientas y no vayas a lugares donde sabés que él puede estar. Además, convengamos que es poco probable que el amor vuelva a surgir de esos encuentros «casuales». Lo más probable es que lo veas con sus amigos y no te registre o bien lo veas con otra, lo cual puede hacer que salgas de ese lugar y vayas directo a protagonizar el suicidio que pasarán al día siguiente en una placa roja de Crónica TV. Así que no vayas.

5. No insistas en una reconciliación. La soledad puede aconsejarte mal y convencerte de que intentes recuperarlo, aunque sepas que no te conviene. Estar sola puede hacerte creer que lo extrañás, cuando en realidad lo que te pasa es que estás aburrida y extrañás tener a alguien al lado tuyo. Sé consciente de eso y no insistas con reconciliaciones. Si quisiera estar con vos, estaría. ¿Está? No, asumilo y no insistas.

6. Acordate de lo malo. Cuando la tentación de idealizarlo y buscarlo de nuevo aparezca, recordá todo lo que no te gustaba de él. Todas esas cosas que cuando no te enceguece el amor, no estás dispuesta a soportar. Vas a ver que hay muchas.

7. Escribí lo que sentís. Cuando estés triste o enojada y tengas ganas de decírselo en la cara, mejor agarrá un cuaderno, un blog o lo que sea y escribí. Seguramente hay muchas cosas que querés sacar de adentro pero que, por las razones que sean, no querés hablarlo con tus amigos o con esas personas que te rodean. No sólo te vas a desahogar, sino que te va a permitir materializar esos sentimientos espantosos que te abruman. Si los expulsás, te van a exprimir el pecho un poco menos.

8. Rodeate de tus amigos. Lo importante acá es que si te juntás con tus amigos, no vas a sentirte sola. La amistad es sin dudas la mejor terapia para el mal de amores. Así que no pierdas tiempo y hacé planes: visitá a tus amigos, salí con ellos, divertite, emborrachate; todo es válido si de estar mejor se trata.

9. Disfrutá de tu libertad. Ser soltero también tiene sus ventajas. Entonces aprovechá tu tiempo en cosas que siempre quisiste hacer, sin necesidad de consultarlo con nadie. Antes tenías menos tiempo para un montón de cosas porque estabas con él. Ahora tenés todo tu tiempo libre para vos. Aprovechalo y hacé lo que se te antoje.

10. No renuncies al amor. Una mala experiencia es sólo una oportunidad de aprender y aclarar, cada vez más, qué esperas de un hombre. Así que no cargues en la espalda con ese fracaso, dedicale las lágrimas que se merezca y dejalo ir. NUNCA renuncies a volver a sentir mariposas en la panza.

4 comentarios:

Caro dijo...

Ya hice los 10 pasos (: la verdad que es asi, después de todo eso te sentis bien de nuevo y renovada (?).
Saludos!

Anónimo dijo...

Me encanto la entrada!!! ... oye sabes que tengo problemas para leer tus últimas entradas... FELIZ DÍA ZORRAS me aparece como que no existe! ....mmmmm.....si sabes porque pasa, avisame... besos! y feliz día!! Chuchi

Lu dijo...

Chuchi! pasa que las publico y después me arrepiento y las borro! jajajajaja. No me entra en la cabeza todavía el concepto de "borrador", jajajaa.

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJJA!!! Ojala que te entre pronto porque me quede con la espina de SERÁ? Y FELIZ DIA ZORRAS... JAJAJJA BESOS
Chuchi