14 de febrero de 2012

Rock & Roll, baby!

Después de unos días desaparecida, me hago presente por dos razones:

1°. Me dejó sorprendida la cantidad de personas que no conozco, que de hecho ni siquiera comentan, y que me escribieron para saber cómo estoy desde que dejé en stand by el blog. Así que me sentí de cierta manera en deuda, pero como tengo una paja atroz para responder e-mails, lo hago por acá: estoy bien, muy bien.
Pasé un fin de semana maravilloso, fui al Cosquín Rock con gente a la que adoro y con la que puedo pasar días enteros charlando y que me hace reír como una condenada. Disfruté de buena música, montañas, cervezas, amigos y la mejor de las vibras. Me permití sentir nostalgia, lagrimear mirando ese escenario, recorrer mil y un recuerdos con cada nota de una canción; también me permití no reprimir lo que sentí en ese momento, transmitirlo. Y ni bien terminé de sacar lo que sentí, empecé a reírme. Sentí el aire de las sierras entrar en mis pulmones, la música en mis oídos y en mi corazón, las risas de la gente que quiero y me quiere y me dije: ¡Puta, estoy feliz! Me acostumbré a su presencia, pero él no está y, sin embargo, estoy feliz. Me reí, canté, grité, bailé, charlé, fumé, tomé, salté, charlé, abracé, me senté, corrí, hice pis, hice colas eternas, me reí con la Pantera Rosa y entendí que no lo necesito.

2°. Habida cuenta que si una no dice nada, después no falta el que dice que los solteros somos resentidos, voy a desearles un feliz Día de los Enamorados a todos: a los que están casados, de novios, apalomados (?), a los que están más solos que un hongo, a los que se hacen los solteros superados pero quieren enamorarse, a los que quieren y no pueden, a los que pueden y no quieren, a los que se enamoraron de algún forro/a que les cagó la existencia, a los traicionados, a los engañados, a los que fueron cornudos, a los despechados, a los dolidos, a los desengañados, a los que todavía buscan, a los que no encuentran, a los que se enamoraron de la persona equivocada, a los que se enamoraron de la persona menos indicada, a los que tienen un amor imposible, a los que tienen uno posible pero imbancable, a los que aman a ese pelotudo/a que ni los registra, a los que lloran por un amor no correspondido, a los que tienen soledad crónica, a los infelices que no creen en el amor, a los felices que tampoco creen, a los que tienen un hueso por ahí, a los que ya no saben qué mierda hacer para enamorarse porque un hijo de puta les sacó hasta las ganas de respirar, a las que pasan de chongo en chongo, a los que son enamorados empedernidos, a los que no se enamoran nunca, a los que van boyando de novio en novio, a los que fueron traicionados y tienen miedo, a los que tienen un garche eventual, a los que se enamoran a primera vista, a los enamorados de la vida y también a aquellos para quienes, como yo, el Día de los Enamorados es una auténtica pedorrada. 
En fin... Feliz día a todos, enamorados, desenamorados y losers del amor (?), que al fin y al cabo no hay amor más copado que el que sentimos por aquello que nos apasiona hacer y le da sentido a nuestra efímera e intrascendente existencia.
Pese a todo, este día me sigue pareciendo una cagada magna y mantengo mi declaración de principios antivalentinistas porque el amor nada tiene que ver con corazones rosas y bombones, así que cuando conozca al amor de mi vida (quizás llega algún día, quién te dice) lo que voy a dedicarle al gordo culón de Cupido no serán corazones ni chocolates, sino cuanto mucho un polvo monumental que haga temblar a todos los santos del cielo. Así que a vos, Valentín, gordito maraca que de santo no tenés nada porque ¡por tu culpa pecamos, así nomás te lo digo:  ¡Metete la flechita en el orto, angelito mamerto!

1 comentario:

Ivianella dijo...

jajajajajajajajja morí con el final con dedicatorio para el querido Valentín.
Esta bueno, es un paso agigantado ese de estar feliz aún extrañando. Festejalo, sentite bien con eso. Y me dio un poco de envida lo del cosquin he dicho.
abrazo grande mujer!