2 de marzo de 2013

Cuaderno de amor

«El amor siempre traiciona. Yo asocio el amor con el sufrimiento. El amor no es la exaltación y la euforia, sino la miseria y la degradación. El amor es conturbador y se pasa la vida afilando los cuchillos. En el amor gana siempre quien huye.
Hoy la gente cree demasiado en el amor. Se trata de una creencia esotérica, salvadora, que a mí me parece equivocada. El amor no salva de nada. Las respuestas a la salvación están dentro de nosotros, como lo está la actitud que toma el amor.
De la misma forma que no hay viajes maravillosos, sino viajeros maravillosos, tampoco hay amores buenos, sino amantes buenos. Algunas personas están dotadas para el amor y otras en cambio no lo están ni lo estarán nunca. Probablemente yo sea una de ellas. Cuando el amor llega, asumo que me hará sufrir (...).
El ser que amamos es tan sólo una posibilidad: un espacio en blanco donde nosotros, al menor pretexto, vamos pintando como queremos su silueta interior y exterior. Cuando comenzamos a mirar ya objetivamente a aquel ser, inspeccionamos sus facciones auténticas y no las inventadas, es que empezamos a dejar de amarlo...
Pero el amor no se repite nunca. Un amor no se asemeja a otro. Cada uno inaugura un mundo de fulgor y de júbilo. Si todos los amores fuesen una reiteración, la vida sería un desastre continuado, una previsible condena, una burla fatídica y grotesca... Eso es quizá lo que acaban por ser todos los amores».

Cuaderno de amor, Antonio Gala

No hay comentarios: